Monday, May 02, 2005

Conociendo gente interesante

Una de las cosas que más me llama la atención de Suecia es la cantidad de gente que te encuentras que se ha recorrido una gran parte del mundo. Es increíble... muchos se toman años sabáticos y se los dedican a viajar o aprender idiomas. El año pasado, una sueca vecina de un amigo, decidió que se iba 6 meses a África y parte de Asia con una mochila a cuestas. Conozco otro caso de otro sueco que conoció, a la que hoy es su novia y con la que vive aquí en Göteborg, en una discoteca en Vietnam. Increíble, ¿no?
Por supuesto, hablan mínimo 2-3 idiomas sin mucho esfuerzo. Aquí nada de hacer comentarios en español en alto que hay muy alta probabilidad de que te entiendan...

Todo esto viene porque ayer fui con dos amigos al Museum of World Cultures y, aparte de tener exposiciones muy interesantes sobre varios continentes y una muy buena sobre el SIDA, tuvimos la oportunidad de conocer a una persona con la que estuvimos horas hablando. Se trata de un indio, pero uno de los de verdad, de los que veía a su padre cortar cabezas y reducir los cráneos para apoderarse de la energía de sus víctimas. Originario de Ecuador, estudió economía en Colombia y después se trasladó a Venezuela para vivir con una tribu del Orinoco. Finalmente, sus pasos lo trajeron hasta Suecia por causa de una sueca que lo enamoró :)

Debido a nuestra curiosidad, nos contó cómo era el proceso para conseguir reducir el cráneo. Primero se separa la piel del hueso y se pone a hervir. Según él, la cara crece, se hincha, varios centímetros y es sólo entonces cuando se quita del fuego. Se le da la vuelta, se le quita la grasa de las mejillas (según él también hay mucha grasa ahí acumulada) y del resto de zonas faciales y se rellena con piedras muy calientes. Antes de que las piedras se enfríen por completo, se termina de llenar los huecos restantes con arena, ésta también muy caliente, que es el punto final para conseguir reducir el cráneo lo más posible. Yo la verdad es que lo escuchaba con la boca abierta...

Continuamos a hacerle muchas más preguntas y conseguimos averiguar que en su universidad en Colombia, para obtener cualquier título, necesitas alfabetizar a dos personas. Independientemente de lo que estudies, si no consigues enseñar a leer y escribir a dos personas en un período de un año, es como si jamás hubieses pasado por la universidad. Fue así como consiguió establecer contacto con la tribu en el Orinoco, vivió con ellos, aprendió sus costumbres, se convirtió en chamán y consiguió enseñar a dos personas a leer y escribir :) Realmente no sé qué debe ser más gratificante, el hecho de aprender tantas cosas con ellos sin preocuparte hacia dónde vas mañana o ver como dos personas son capaces de leer gracias a tu ayuda.

Hablamos horas, sobre la situación de las tribus ahora, sobre la medicina que usan, de qué mueren, de qué viven, de qué entienden ellos por muerte y de lo que consideran necesidades básicas. Otro mundo. Todavía ahora sigo impresionada. Prometí volver al museo para seguir hablando de todas esas cosas que se quedaron sin preguntar...

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